Somos quienes viven ni bien ni mal.
Somos quienes no somos ni ricos ni pobres.
Somos aquellos que no están a favor ni en contra.
Somos los grises.
Los conformistas.
Somos los que nos mantenemos alejado de todo.
Somos aquellos que están en contra de este sistema.
Pero somos aquellos que no dicen nada.
Somos quienes se quejan mediante un hagstag.
Somos quienes apoyan las protestas a favor nuestro.
Pero cuando nos vienen a preguntar si los conocemos;
decimos: “No, no lo conozco”.
Somos quienes nos ponemos la venda en nuestros ojos.
Somos aquellos que miran con indignación las injusticas
contra el pueblo.
Pero bien que votamos por la corrupción, eh.
Somos quienes preferimos cambiar de tema, antes de hablar de
la realidad del país.
Somos quienes insultan a mares a los políticos.
Pero también, somos aquellos que tienen regalos de ellos
mismos.
¿Pero saben qué?
No todos somos esos.
Somos quienes pensamos mil y un mil maneras de acabar con
este sistema.
Pero no decimos nada.
Somos quienes prefieren ver todo en silencio, esperando.
¿Esperando a qué?
¡Nos están matando! Grita el pueblo.
Somos esos seres silenciosos, que se expresan mediante otros
medios.
Somos esa arma secreta del ejército.
Somos quienes caminan lento pero seguro.
Somos quienes usarán las mismas armas que nos han dado para
mantenernos en la ignorancia contra ellos mismos.
Y no, no somos los que están en contra de los que luchan
ahora mismo, pero tampoco estamos a favor de la impunidad del sistema.
Simplemente somos el resguardo de los que ahora mismo están
luchando a fuego.
Somos los que lucharán de manera silenciosa.
No todos somos conformistas.
Somos los que atacan de una manera traicionara.
Somos los traidores al sistema.